1. Diseña un plan de negocio
Este plan te servirá como un mapa que navegarás poco a poco para llegar a tus metas
en el próximo año o dos. Esta adaptabilidad es especialmente importante en el negocio
de la ropa, que es bastante volátil y tiene que ver con tendencias y temporalidades todo
el tiempo. Tu plan de negocio debe incluir: una descripción del negocio, análisis de tu
competencia, el plan de marketing e información financiera básica.
2. Determina tu target
Ya que plasmaste tu misión, visión y tu plan de negocio sobre papel ahora debes
determinar para qué target será dirigida la ropa que vas a vender.
¿A quién ves usando tu ropa? Crea una persona pensando en la edad, tipo de
cuerpo, estilo de vida, nivel socioeconómico, intereses en redes sociales, así como competidores directos y las metodología con la que ellos han podido abordar este
mercado.
3. Entiende tu mercado
Ponte en los zapatos de tu buyer persona. Piensa en los diseños, telas, producción y
qué paqueterías vas a utilizar para enviar el producto pensando en el comportamiento
de tu mercado. Deberás tomar en cuenta los hábitos de consumo, estilo de vida y
preferencias estéticas.
Checa las redes sociales de tus competidores para ver qué estrategias, descuentos y
tipo de publicidad están haciendo y si algo te puede servir a ti.
4. Registra tu marca y tus diseños
No importa si solo comercializas ropa de un proveedor o eres diseñadora de cero,
registra tu marca y tus diseños propios. Esto te dará una base mucho más sólida
para crecer y vender más de manera segura, legal y productiva.
5. Encuentra proveedores confiables
Después de entender tu mercado, tendrás una idea mucho más clara de las telas que
quieres y usando tu plan de negocio, podrás ponerte en contacto con distintos
proveedores de telas o de ropa importada para comenzar tu negocio sin salirte de tu
presupuesto. Considera esto detenidamente cuando busques a alguien que te
manufacture también.
6. Decide dónde venderás tu ropa
Si te conviene más una tienda física, tendrás que buscar un local que se ajuste a tu
presupuesto, stock, mercado, etc. Puedes comenzar con una tienda en línea y después
abrir una física o viceversa, tener ambas cosas siempre es una opción.
7. Arma tu plan de marketing
Ya que tienes todos tus productos bajados, es momento de hacer que la gente
comience a verlos. Abre tus redes sociales y comienza subiendo todos los productos.
En este punto puedes usar a alguien experto en redes sociales o si tienes experiencia,
puedes hacerlo tú.
Ten en cuenta que las fotos deben ser estéticas y transmitir el mensaje y la esencia de
tu marca. ¿Usarás otro tipo de publicidad? ¿Influencers? ¿Espectaculares? Analiza en
donde consumen contenido las personas que quieres como clientes.
8. Maneja tus finanzas de manera clara y ordenada
Es vital mantenerse al corriente con tus impuestos. Es mejor empezar con orden que no
hacerlo y después perder tiempo y recursos solucionando problemas.
Aunque sabemos que abrir un negocio no es una tarea fácil, tiene muchísimas ventajas y las oportunidades de crecimiento son infinitas, en especial si te apoyas de los expertos correctos.