El origen de estos se da durante la Primera Guerra Mundial: soldados de varios ejércitos, marineros y especialmente aviadores, decoraban sus uniformes con parches para dar a conocer la institución y posición militar a la que pertenecían. Eran mucho más cómodos que las medallas e incluso algunos militares llevaban mensajes burlescos basados en caricaturas para levantar los ánimos durante esos tiempos.

¿Y cómo llegaron hasta 1980?
Al terminar la Segunda Guerra Mundial, los soldados volvieron a las ciudades. Y sin
perder el contacto, empezaron a reunirse en clubes de moteros donde existían
varias tribus con su nombre propio. De este modo, se empezaron a crear nuevos
parches que identificaban a esos grupos tan peculiares, como podrían ser los fans
incondicionales de las Harley Davidson.
La cultura de los parches fue pasando de los moteros a los rockeros, de los
rockeros a los punks, de los punks a los pijos y así sucesivamente hasta que los
parches se convirtieron en una moda brutal de los años 80.
Gracias a los parches se diferenciaba a cada tribu urbana, ya que representaban la
identidad del grupo, sus gustos musicales, su ideología política y su filosofía de vida.

Fuente: 80sfeeling.